Juego de trono

Juego de Trono

Esta mañana, por sorpresa, nos hemos enterado que el Rey va a abdicar. Ante un hecho tan extraordinario, tenemos que hacernos dos preguntas.

¿Cómo?

La abdicación, según la constitución española, tendrá que ser resuelta bajo una Ley Orgánica. Pero en España no se ha hecho ninguna ley orgánica que regule la abdicación.

Las leyes orgánicas son leyes que regulan materias que el Estado considera que son especialmente delicadas, y precisamente por eso, les reserva un requisito especial, el que deben de ser aprobadas no por mayoría simple, como el resto de leyes, sino por mayoría absoluta. La ley orgánica que va a regular la abdicación del rey, se va a aprobar por mayoría absoluta, pero no a través del trámite habitual de aprobación de leyes, sino que se hará en un procedimiento abreviado. Ésto no hay duda que va contra el espíritu de la ley orgánica, pues no parece lógico que ya que la Constitución reserva para esta materia una ley orgánica, y que se ha tenido desde 1978 para hacerla a través de un trámite parlamentario normal asegurando la participación de los distintos grupos políticos y su aportación y participación en la regulación de una materia tan sensible como algo que afecta a la jefatura del Estado, se vaya a hacer ahora en dos días y a toda prisa.

¿Por qué?

Ésta es la gran pregunta. Y dado que no podemos entrar en la cabeza de ninguna persona para saber cuales son realmente sus intenciones, desde elpolitologo.com sólo podemos hacer un análisis político, y aunque reconociendo que todos somos seres humanos y que en nuestras decisiones siempre hay motivos personales, un Rey, que no es sino una figura tradicional, reina hasta su muerte, por ello, el único análisis aceptable para este hecho, es el político. Así, en primer lugar, que un Jefe de Estado dimita tras unas elecciones, aunque él no se presente, no nos cabe sino pensar que las elecciones tienen algo que ver con su abdicación. Ya pasó con el abuelo de Juan Carlos, el rey Alfonso XIII, que dimitió tras unas elecciones municipales, y después de ésto se proclamó la República. Ahora no parece que se vaya a proclamar la República, pero si parece éste un movimiento para que precisamente eso no vaya a pasar. La irrupción de Podemos en el panorama político y los buenos resultados de IU, dejan en el panorama político a una izquierda realmente republicana con un apoyo nunca visto desde la segunda república (dado que el PSOE no ha mostrado su republicanismo con hechos en ningún momento desde la transición a la democracia), y ese poder, con un Rey salpicado de escándalos de corrupción (Urdangarin y la Infanta Cristina), mediáticos (la caza de elefantes en medio de momentos de crisis en España), y sentimentales (con Corinna, con la que ha mantenido una relación sentimental), además de con una mala valoración por parte de los ciudadanos, deja al Rey en una situación muy delicada que ha decidido resolver de una manera tajante, dimitiendo y dejando paso a su hijo a través de la figura de la abdicación.

Juego de Trono

En un momento en el que se vive una crisis que económica y social y en el que la ciudadanía está insatisfecha con la manera tradicional de hacer política, resolver los problemas de la Jefatura del Estado a través de llamadas del Rey a Rajoy y al Presidente del Congreso para que estos hagan una ley orgánica a través de un procedimiento abreviado para poner en la jefatura del Estado al hijo de Juan Carlos, no es sino un de Juego de Trono, en el que la ciudadanía, al igual que en la serie, ve como los reyes pasan por el Trono sin enterarse de cuales son las intrigas y los motivos que llevan a los personajes a tomar sus decisiones. Un Juego de Trono, en el que los ciudadanos somos meros espectadores, aunque con una diferencia, que en la serie, al menos, escuchamos que piensan los protagonistas. Aquí lo que tenemos es la entrevista de Hermida al Rey.

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